La despoblación de amplias zonas del territorio es un problema común a muchas regiones de la Unión Europea, de hecho, este es uno de los principales retos que la Unión Europea debe abordar en su agenda Europa 2030.
La falta de oportunidades laborales se convierte en un freno que impide el desarrollo rural. En este marco los sistemas de educación y formación profesional (VET, en sus siglas en inglés) pueden jugar un papel crucial para abordar esta situación.
Así, el proyecto Redera + “Revitalización y emprendimiento para las zonas rurales europeas desfavorecidas" se dirige a mejorar el acceso y la eficacia de la formación profesionalizadora en áreas rurales despobladas, asegurando la igualdad de oportunidades a los residentes de estas áreas respecto a los habitantes de áreas urbanas. Se pretende fortalecer la inclusión, asegurando la suficiencia económica (sostenibilidad económica) así como la sostenibilidad social y ambiental contribuyendo a la fijación de la población en dichas áreas.